Estudió Licenciatura en Estudios Internacionales titulándose como analista en políticas y asuntos internacionales, pero Gabriel Reyes tiene una veta social, que lo llevó a integrarse a la legión de profesionales de Servicio País, que administra la Fundación Superación de la Pobreza. Gabriel remarca que es una experiencia absolutamente recomendable y que ojalá que muchos estudiantes de la Usach pudieran vivir.
Justamente el pasado 2 de noviembre se abrieron las postulaciones para más de 200 profesionales que trabajarán y aprenderán durante un año en las comunas más vulnerables, rurales y aisladas del país, con el levantamiento de iniciativas dirigidas a la comunidad y la búsqueda de soluciones innovadoras y sustentables a problemáticas de pobreza.
Gabriel Reyes recuerda que desde la enseñanza media su intención fue ingresar a la Universidad de Santiago, ya que su colegio estaba en Exposición con Toesca. Proveniente de una familia de esfuerzo liderada por su madre, asesora del hogar, desde joven trabajó para pagar su matrícula. Contó con la Beca Bicentenario y tuvo que tomar un crédito complementario. La situación socioeconómica por la que pasaba su grupo familiar y el rol social que tiene nuestro Plantel lo impulsaron a llevar su saber y conocimiento a sectores poblacionales donde los profesionales no llegan, con el fin de visibilizar, valorar y activar los recursos en las comunidades para mejorar sus condiciones de vida.
“Reflejo con lo que estoy haciendo en Servicio País, lo que yo hubiese querido tener también; ayudar a las personas con más complicaciones, para que no dejen de creer en sus capacidades y sus metas, que siempre se pueden lograr. Doy fe de ello. Yo quise ser un agente de cambio a partir de mi experiencia al adquirir herramientas y conocimientos para surgir, que la Universidad de Santiago las potenció totalmente”, remarca.
¿Cómo te enteraste del Programa Servicio País?
- Por la prensa. En ese tiempo trabajaba como ayudante de investigación del profesor Mauricio Olavarría, quien también guió mi tesis. Me interesó mucho porque reflejaba realidades de las cuales me sentía interpretado. Postulé en octubre del 2018. Etapa tras etapa iba entusiasmándome por el aporte que uno puede hacer como profesional fuera de la región donde vives. No solo se trata de que haya una descentralización de los recursos económicos sino que también del capital humano.
Actualmente vas a cumplir dos años en Servicio País, trabajando en la comuna de Fresia, en la Región de los Lagos. ¿Podrías contarnos de tu experiencia?
- En Chile el voluntariado es conocido como un trabajo no remunerado, pero la lógica del Programa es brindarte el sustento necesario para vivir en una región, dándole un significado más potente al trabajo voluntario. Las localidades donde acudimos tienen altos niveles de vulnerabilidad y aislamiento, entonces el sueldo que recibimos busca capear nuestras necesidades de transporte, alimentación y vivienda. Yo estoy en una pensión y trabajamos acá en Tegualda junto a Lukas, mi compañero de intervención. Yo soy profesional de segundo ciclo. Me pidieron quedarme un año más para continuar con el trabajo en el territorio. Nuestra labor fue hacer un reconocimiento de la estructura de oportunidades de la localidad; caracterizar los grupos humanos que existen y realizar una proyección de soluciones innovadoras para la problemática que la misma comunidad reconoce y considera prioritarias.
¿Se trabaja entonces en torno a proyectos que la comunidad se adjudica?
- Así es. Actualmente estamos desarrollando con ellos dos proyectos. Uno es de Sercotec con las socias de la Feria Rural Tegualda y otro del Fondo de Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público, dependiente de Segpres, con un Taller Laboral de Mujeres. Nosotros pusimos a disposición de la comunidad nuestro conocimiento para levantarlos; los ayudamos en los procesos técnicos y se los adjudicaron. Permíteme decirte que no dudaría ningún segundo en recomendarle a los profesionales egresados de la Usach ingresar a Servicio País, porque es una instancia enriquecedora tanto personal como profesional, porque el trabajo con la comunidad que es más directo es una posibilidad de desarrollo en varios ámbitos. Conocer la problemática de la gente es sumamente importante para el desarrollo de las políticas públicas, sobretodo en estos sectores tan aislados. Tras esta experiencia me encantaría quedarme acá en labores relacionadas con el servicio público.
A la luz del proceso que estás culminando, ¿cómo relacionas este voluntariado con el aporte que entregó tu formación en la Universidad de Santiago?
- Aparte de la contribución académica que fue de excelencia, yo creo que hay un espíritu de los usachinos y usachinas de ponerse al servicio de la comunidad y que se demuestra en la vocación de servicio público y en el rol de responsabilidad social que muchos reconocemos en nuestra alma máter y que da cuenta del legado y la historia que tiene la Usach al abrir sus puertas a la comunidad y al ponerse al servicio de ella, formando profesionales que contribuyan a su desarrollo no solo económico, sino también social, apoyándolos en las dificultades que puedan enfrentar. Esa es una responsabilidad que asumimos también como estudiantes al ingresar al Plantel y que tratamos de defender y potenciar.
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