Fue segunda generación de egresados del Bachillerato en Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de Chile, pero le gustaba la naturaleza y el medioambiente. Siguiendo esa orientación decidió hacer un giro y estudiar ecoturismo durante tres años y medio. Luego se inscribió en un diplomado sobre gestión de empresas sostenibles de la Pontificia Universidad Católica; postuló a las becas Técnicos para Chile y partió a una pasantía en tendencias del turismo y marketing de destinos a Alemania. Pese a todo, quería volver al país y dedicarse a lo que ella con el tiempo consideraría su gran pasión. Todavía en Europa y ya cerrando su experiencia formativa, postuló a un liceo comercial de Santiago y fue invitada a hacer clases de marketing turístico; tomó el avión de regreso y se instaló en el aula.
Fue la primera experiencia en una institución formal como profesora que tuvo nuestra entrevistada de este Soy Usach, Alejandra Izquierdo, y se enamoró de la educación. A poco andar hizo un postítulo para docentes técnicos que dictaban clases, pero que no contaban con título de profesores. Estuvo un año y medio en la Universidad Católica de Valparaíso, y quiso formalizar su recientemente descubierta vocación en un Plantel tradicional, de reconocida trayectoria, con historia pedagógica y un sello social.
Fue así como se enteró que la Universidad de Santiago contaba con un Programa de Regularización para obtener el título de Profesor de Estado. Se dirigió al Departamento de Educación de la Facultad de Humanidades y desde ese instante se convirtió en usachina de corazón y cursó el plan de estudios de cinco semestres académicos. De su familia nuclear, Alejandra fue primera generación de ingresar a la Universidad.
¿Qué te impulsó a continuar tus estudios en la Universidad de Santiago?
-Trabajaba en el Liceo Comercial A-24 Presidente Gabriel González Videla de la comuna de Santiago, donde hasta hoy permanezco. Me llamó la atención la preocupación que tenían los académicos por el sello Usach. Yo tenía claro que no estaba en cualquier Plantel. A diferencia de mis colegas tuve una experiencia universitaria antes, pero no me marcó. No me siento de la U. de Chile pese a haber estado allí. Me siento de la Usach. La calidad humana y profesional de los docentes y administrativos con los que tuve contacto esos dos años y medio fue increíble.
¿Cuál es, desde tu área de formación, el sello Usach que nuestro Plantel brinda a sus egresados?
- El sello Usach que me marcó fue lo social, quizás por ser pedagoga. Antes no miraba mi entorno como lo comencé a percibir ingresando a mi alma máter, porque venía de otro mundo. Un mundo que en las aulas de la Usach se amplió. Cambió mi mirada social. Ese sello se vio plasmado también en mi seminario de título que se orientó a una investigación de cómo un Liceo Técnico Profesional dentro de la cárcel de Colina 1 es una oportunidad de reinserción para los internos.
Alejandra se tituló como profesora de Estado para la Educación Técnico Profesional el año 2018 y hoy es docente por derecho y no de hecho. Dice sentirse orgullosa de pertenecer a un establecimiento educacional dependiente de la Municipalidad de Santiago, que recibe a estudiantes vulnerables y donde a diario entrega todo de sí para sus alumnos. “Desde mi primera experiencia cuando ingresé al colegio y me di cuenta que me gustaba ser profesora, quería ser un aporte real. La beca de pasantía implicaba que tenía que poner al servicio de mi país durante dos años lo que aprendí en Alemania. Educar es para mí también un aprendizaje y sigo aprendiendo de mis alumnos”.
¿La Universidad de Santiago sigue presente en tu vida?
- La Usach significó para mí un gran crecimiento y desarrollo personal y profesional. Me dio la oportunidad de conocer a grandes pedagogos y obtener de ellos sus experiencias replicables. Hice entrañables amigos en el Plantel. Ha significado una forma mirada distinta de ver mi entorno y plantarme sobre lo que quiero para mí y para mis estudiantes.
La Usach sigue presente. El Liceo Comercial A-24 Presidente Gabriel González Videla de la comuna de Santiago, en el que trabajo, es centro de práctica de nuestro Plantel y me siento orgullosa cuando recibo y convivo con los futuros profesores que provienen de mi Universidad, porque sé que se convertirán en excelentes profesionales. El año pasado inicié un Magíster en Currículum y Evaluación que por razones de salud no pude continuar, pero tengo la esperanza de retomarlo pronto. Desde mi labor como profesora recomiendo día a día a mis alumnos ser constantes en su aprendizaje y si su objetivo es transformarse en un profesional de excelencia tengan como horizonte la formación de la Universidad de Santiago de Chile.
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